El tipo de clima preponderante en el valle de Aconcagua es el templado, que se complementa con tendencias climáticas semiáridas en los lugares de mayor asentamiento poblacional y un sistema de clima frio en la cordillera.

Templado semiárido con lluvias invernales

Abarca los territorios bajos del valle de Aconcagua. Aquí encontramos una fuerte insolación que origina notables diferencias en las oscilaciones térmicas diarias. El régimen de precipitaciones se aproxima a los 250 mm. anuales y aumenta con la altura.

Templado frío con lluvias invernales

Se localiza en la faja precordillerana, a partir de los 1.500 m.s.n.m. Se caracteriza por una temperatura media anual de 9,5º C y presenta bajas temperaturas invernales, con temperaturas que apenas superan los 4° C entre los meses de junio y agosto.

Templado cálido con lluvias invernales

Se ubica entre los 1.000 y 1.500 m.s.n.m. Las temperaturas en verano sobrepasan los 34°C durante los meses de enero y febrero. En invierno y verano las temperaturas son extremas. El período invernal es frío, con heladas que se concentran en los meses de julio y agosto, mientras que las precipitaciones se concentran entre los meses de mayo y septiembre. Aún así, la estación seca puede durar de siete a ocho meses.

Tundra por efecto de altura

Lo encontramos en el sector alto de la Cordillera de Los Andes, sobre los 3.000 m.s.n.m. Su característica climática principal es la temperatura media, que siempre es inferior a los 10°C, lo que determina que en los sectores sombríos y en las cimas cordilleranas las tierras se encuentren permanentemente cubiertas de nieve, dando lugar a glaciares. En estas condiciones la vegetación arbustiva o arbórea es escasa o nula.