Recordemos, como ya hemos definido al principio de la Unidad, que patrimonio intangible o inmaterial es el conjunto de formas de cultura tradicional y popular o folclórica, que emanan de una cultura y se basan en la tradición. Se transmiten en forma oral o por gestos que se van modificando con el transcurso del tiempo.
El patrimonio intangible o inmaterial impregna cada aspecto de la vida del individuo, y está presente en todos los productos del patrimonio cultural: objetos, monumentos, sabores, sitios y paisajes. El patrimonio tangible no se puede entender sin la presencia de conocimientos y razones intangibles: tradiciones orales, costumbres, lenguas, música, bailes, juegos, artes culinarias, medicina tradicional, vestimenta y todas las habilidades relacionadas con los aspectos materiales de la cultura, tales como las herramientas y el hábitat.
Supervivencia y tradiciones
Queremos destacar la fuerza de lo permanente; aquellas tradiciones que hoy, a pesar del paso del tiempo, se mantienen vigentes, y recordar aquellas que desaparecieron. Insistiendo en que esta herencia cultural dejada por nuestros antepasados, los primeros pobladores del Valle y europeos, también contribuyó al conocimiento y al avance de las actuales comunidades.
Estas tradiciones heredadas de nuestros antepasados hoy se mantienen gracias a unos pocos cultores, entre los que destacan talabarteros, herreros, espueleros, tejenderas, cantores y payadores, que han subsistido a través del tiempo a pesar de la tecnología y la modernidad.
Artesanía
En nuestro Valle existe una gran cantidad de artesanos expertos en distintas técnicas, entre las que se destacan la artesanía en greda o alfarería y la artesanía en cuero. Algunos artesanos se dedican a la reproducción de objetos con fines ornamentales como cerámica decorativa; mientras que para otros artesanos su actividad gira en torno a la confección de artefactos de uso doméstico, como por ejemplo ollas, fuentes, platos y pailas de greda. De uso laboral, producen aperos y otros elementos para caballos confeccionados en cuero.
Artesanía en greda (alfarería)
Los registros más antiguos de trabajo de la greda en nuestra zona se han ubicado en el período agroalfarero temprano con la presencia de las tradiciones Molle, Bato y el Complejo Llolleo. Actualmente podemos mencionar a Cerámicas CALA, ubicada en la ciudad de Los Andes. Sus trabajos son reconocidos a nivel nacional, sobresaliendo los platos y vasijas pintados a mano de uso tanto doméstico como decorativo.
En la comuna de San Esteban encontramos al artesano Norberto Oropesa, que se caracteriza por documentar a través de su trabajo en greda los oficios y el modo de vida de los campesinos. Su trabajo ha sido expuesto en el Centro Cultural Almendral.
Destacada artesana y pintora es María Soledad Cepeda Gertosio, de comuna Putaendo. Se dedica a realizar réplicas en cerámica con motivos del Complejo Cultural Aconcagua Salmón. El año 2005, dentro del contexto de celebración del Día Internacional de la Mujer, PRODEMU premió a nueve mujeres destacadas de la provincia de San Felipe Pro Aconcagua de Aconcagua, siendo María Soledad Cepeda una de las premiadas, en reconocimiento a su trayectoria y gran aporte a la cultura en el valle de Aconcagua.
Artesanía en cuero (Talabarteria)
La talabartería se ha desarrollado principalmente en la fabricación de implementos para animales de campo (especialmente caballos), como monturas, riendas, estribos, pellones, etc. Estos artesanos de nuestro Valle están ligados a los sectores rurales donde los secretos de este arte, les han sido transmitidos a través de sus generaciones pasadas; padres, abuelos, familiares, etc.
Oficios tradicionales y populares
Diversos oficios se han desarrollado en este territorio con el correr de los años. Algunos de estos perduran hasta el día de hoy, mientras que otros se encuentran practicamente extinguidos.
Dentro de los oficios tradicionales que tuvieron importancia en el desarrollo de la economía del valle de Aconcagua están la conservería de frutas; la explotación de minerales a modo de trapiches; herrería; extracción de piedras en canteras; los cañameros, fabricantes de cordeles; fábrica de tejidos de lino y cáñamo; telar y crochet; curtiembres; cesterías; fábrica de escobas y escobillones; repostería (tablillas, berlines y cachitos); ladrilleros, adoberos y tapiadores.
Otros oficios que han seguido el mismo camino de herencia, pero más arraigados a las creencias populares, son aquellos tales como componedoras y santiguadoras, que generalmente se asocian al sexo femenino.
Componedoras
Reciben el nombre debido a la acción de "componer" fracturas, zafaduras, problemas musculares y de ligamento. Utilizan hierbas medicinales y pomadas, aplicadas a través de masajes e invocaciones, tanto en seres humanos como en animales.
Santiguadores
Aún vigente en los sectores rurales, es aquella mujer a quien se le solicita sus servicios para "quebrar empachos", "curar el mal de ojo" y los llantos injustificados de las guaguas, entre otras cosas. Uno de sus métodos es hacer la señal de la cruz sobre la frente de los santiguados y rezar.
Canto popular
El canto ha sido desde el origen de la humanidad un instrumento de conexión entre lo humano y lo sagrado. De hecho, éste constituye un vehículo de expresión de estados anímicos; un medio que induce a formas alternativas de conciencia y que despierta sensaciones y sentimientos que van desde lo más animal hasta la máxima espiritualidad.
El canto popular es una de las expresiones más antiguas en este ámbito. En el valle de Aconcagua se destacan varios cultores del canto a lo poeta. La mayoría de estos son de origen rural.
La temática de este canto se divide en numerosos subtemas denominados argumentos o fundamentos, que en su conjunto presentan una concepción universal del hombre y su medio. Estos temas básicos son siete, cada uno con su propia y particular nomenclatura. (Dannemann, 1998). Estos temas son: canto a lo divino o a divino, canto a lo humano, canto por angelito, canto por astronomía, canto por geografía, canto por historia y canto por literatura.
Fuera de esta clasificación encontramos también: el canto por ponderación, el canto improvisado y otros. La música también está presente en los rodeos y trillas; la tonada y la cueca son los cantos folclóricos más recurrentes. En festividades familiares y religiosas, como nacimientos, matrimonios, velorios, el "canto a lo poeta" es el mas cumún.
En nuestra zona, eminentemente agrícola y con una alta población rural, encontramos una gran cantidad de cantores populares por todos los rincones, entre los que se destacan a nivel regional y nacional: Pedro "Choro" Estay y Noel Fuentes de Putaendo, Juan Alfaro de San Esteban, y Fernando Montenegro, conocido como "Caballito Blanco", de San Felipe.
Fiestas religiosas y campesinas
Fiestas religiosas
La religiosidad popular se manifiesta y expresa a través de las diversas festividades de devoción a santos, imágenes, lugares y fiestas conmemorativas de hitos cristiano-religiosos a lo largo del año. Con una masiva participación de lugareños y forasteros, hoy día persisten con mayor fuerza en zonas rurales.
Entre las celebraciones importantes que podemos mencionar en el Valle están: la peregrinación en Semana Santa al Santuario de Rinconada de Silva en Putaendo durante el mes de Abril; Fiestas de Cuasimodo, de origen colonial, aún se mantiene en comunas como Calle Larga y Santa María, una semana después de Semana Santa; celebración de Corpus Cristi con figuras religiosas de flores en la plaza de Santa María durante el mes de junio; San Pedro y San Pablo, reunión de payadores en el sector de Granallas en Putaendo; Novena de la Virgen del Carmen en Putaendo y Panquehue, el 16 de julio; procesión al cerro Patagual en Calle Larga el día de la Virgen de las Nieves para pedir lluvia en el mes de agosto; Fiesta de San Francisco en Curimón con procesión en octubre; peregrinación nacional al Santuario de Santa Teresa de Auco en Rinconada durante la segunda semana de octubre; fiesta de Santa Filomena en el Santuario del mismo nombre en la comuna de Santa María con peregrinación, cantos y bailes "chinos" en el mes de noviembre; Fiesta de la Cruz de Mayo en Los Chacayes, en la comuna de San Esteban; Procesión al Cerro La Ventana, en Rinconada de Los Andes; procesiones durante el Mes de María, en la ciudad de Los Andes.
Fiestas campesinas
Aparte de las festividades religiosas en nuestra zona, se realizan fiestas campesinas que, al igual que las fiestas religiosas, tienen su origen en el período colonial, cuando la hacienda y el mundo rural dominaban todas las actividades cotidianas. Así, el rodeo y la trilla a yegua suelta se fueron haciendo una tradición.
Hoy estas actividades refuerzan la idiosincrasia campesina del valle de Aconcagua. Es así como durante los meses de primavera y verano se desarrollan rodeos en San Felipe (septiembre y diciembre), Lay Llay (enero), Catemu (febrero y marzo), Los Andes (abril); mientras que las trillas a yegua suelta son verdaderas fiestas campesinas en las comunas de Calle Larga durante el mes de enero. Siguiéndoles las de Putaendo, San Esteban y Almendral Alto en San Felipe, durante el mes de febrero.